Según escribe Aitor Miñambres, en su publicación El Cinturón de Hierro, la obra comienza a realizarse inmediatamente, el día 9 de octubre, sin proyecto previo, con un plazo de construcción de dos meses, con disposición de toda clase de elementos técnicos y materiales, así como de unos recursos humanos en principio considerables: 13 arquitectos, 12 ingenieros de caminos, 10 ingenieros industriales, dos ingenieros de minas, un ingeniero agrónomo, tres aparejadores, dieciséis contratistas y 8.500 obreros fijos, junto con otros variables hasta llegar a los 14.000 obreros en algunos casos16. Sin embargo, es de resaltar que se trata de personal civil en su práctica totalidad y por tanto, sin familiarización con las obras militares. Este personal es asalariado, salvo el reducido concurso de mano de obra penal.